Yo solo soy un líder en la iglesia, no creo que deba estudiar teología

Yo solo soy un líder en la iglesia, no creo que deba estudiar teología

Cuando era estudiante del seminario, constantemente teníamos una discusión con algunos de mis compañeros que giraba en torno a la pregunta: ¿Y tú que eres teólogo o pastor? Recuerdo que algunos decían: “No yo no soy teólogo, yo soy un pastor”, otros decían lo contrario: Yo soy teólogo, no pastor.” Luego, cuando ya era pastor y regrese a estudiar la maestría en Teología. Varios amigos en la iglesia me preguntaban: ¿Y para qué vas a estudiar una maestría en teología?

Bueno, éstas y otro tipo de preguntas, me hacen pensar en el mito del tope y el título del presente artículo. Mucha gente se pregunta en la Iglesia no solo para qué sirve la teología, sino, si la teología solo es para los pastores o aún más para los profesores de teología, o sí también es importante para los líderes de la Iglesia en general.

Déjenme iniciar contestando a este mito, con la siguiente frase escrita por un teólogo norteamericano, hace muchos años, pero que sospecho, aún tiene vigencia:
“Lo que viene a nuestra mente cuando pensamos en Dios es lo más importante acerca de nosotros… Si nosotros fuéramos capaces de extraer de cualquier persona una respuesta completa a la pregunta ¿Qué viene a tu mente cuando piensas en Dios? Podríamos predecir con certeza el futuro espiritual de dicha persona. Y si fuéramos capaces de saber lo que nuestros líderes religiosos más in uyentes piensan sobre Dios hoy, nosotros podríamos predecir con cierta precisión, donde estará parada la Iglesia mañana.” (A.W.Tozer)

Sí esta frase profética de Tozer es cierta, y yo creo que lo es hoy más que nunca. Entonces no solo se vuelve importante, sino crucial él que no solo los pastores, sino todo tipo de líderes (a todo nivel) en las iglesias se preparen teológicamente, para poder tener un conocimiento de Dios (teología) lo más acorde posible a la Escritura. Y para evitar desviaciones e imágenes idolátricas de Dios, las cuales pronto terminarán permeando y afectando la práctica de la iglesia en todos los niveles. En este sentido debemos recordar que la idolatría en la Biblia no solo consiste en adorar imágenes físicas. La esencia misma de la idolatría consiste en albergar en lo más profundo de nuestro corazón ideas falsas, erróneas o tergiversadas de quién es Dios (Tozer). Ideas o concepciones sobre Dios, que no le hacen justicia a él y por lo tanto no re ejan lo que Él mismo dice sobre él en la Escritura.

Ahora bien, cualquiera podrá preguntarse en este punto: ¿Que tiene que ver todo esto con el liderazgo, y con que un líder cristiano estudie teología? Para contestar la pregunta, permítanme poner un ejemplo claro y práctico al respecto. Siempre se ha dicho que Jesús es o debe de ser nuestro modelo de liderazgo por excelencia. No obstante, si los líderes o aspirantes de líderes cristianos no tienen una idea clara sobre quién es Jesús, y en su lugar más bien tienen algunas ideas tergiversadas, distorsionadas, y hasta idolátricas sobre Jesús (como suele suceder hoy en día), esto terminará afectando a la larga su práctica de liderazgo y su ministerio. Cómo un maestro de teología me dijo una vez: “Muéstrame tu ministerio y yo te diré en que Jesús crees”. O dicho en otras palabras, nuestra teología, en este caso, nuestra Cristología, afectará en buena medida el tipo de ministerios que desarrollaremos y el tipo de líderes que seremos. Por lo tanto, no es cierto el mito del tope. Al contrario, en mi opinión: todo líder, hombre o mujer, sin importar la edad y tipo de ministerio debería estudiar teología, de lo contrario no será consciente de que él o ella ya tiene una teología implícita que estará afectando para bien o para mal su teología. Si queremos ser líderes responsables , debemos tomar en serio el estudio de la teología y de Dios en su palabra.

Escrito por:
Docente SETECA.

Otros artículos de interés:

Si queremos dedicarnos a la predicación, la enseñanza, la ministración espiritual de consejería y cuidado pastoral, es mucho mejor si apartamos un par de años de nuestra vida y nos concentramos en los estudios teológicos.
Derribemos el mito de que ya lo sé todo. Nadie lo sabe todo. Nunca lo sabremos todo.
Este mito refleja una lamentable tradición cultural del materialismo histórico y posiblemente ante la era de la técnica.
¿Necesitas más información?